Claves para crear una web amigable y fácil de usar

¿Qué marca la diferencia entre una web user friendly y otra que no lo es? Si vas a poner en marcha un sitio web o revisar con otros ojos el que ya tienes, te interesa saber cuáles son los ingredientes básicos para una buena usabilidad y una gran experiencia de usuario.

Haz que los visitantes de tu web se sientan como en su casa”.

No hay nada más frustrante que encontrarse con una web, quizá interesante, pero que parece diseñada por el enemigo del usuario. 

Si la web es innavegable y está llena de “trampas”, el tiempo de permanencia y la fidelización bajan (¡normal!, el usuario no quiere volver). Además, Google cada vez vigila más la experiencia de usuario y acabará penalizando al sitio con un descenso en el posicionamiento.

Si no quieres que eso ocurra en tu página, has llegado al post correcto.

Ten en cuenta estas 3 claves para que tu web sea user friendly

Crear una buena experiencia para los visitantes debe ser una prioridad. No solo te ayudará a conseguir más tráfico, también hará que los visitantes permanezcan durante más tiempo en la página y se reduzca la tasa de rebote

No hay una fórmula maestra, sino una suma de ingredientes. Estos 3 son los más importantes:

1. diseño

Un buen diseño es más que una cuestión estética. Sabemos que quieres que tu web sea chula, pero no pierdas de vista la usabilidad. El diseño tiene que estar al servicio de la navegación. Lo contrario (si entorpece al usuario, si resulta confuso, etc.) es tirar piedras contra tu propio tejado.

Estos son los elementos que tienes que vigilar:

  • Tipografía y colores: lo importante del tipo de letra es que sea clara y fácil de leer. Igualmente, la paleta de colores debe facilitar la legibilidad y, sobre todo, no molestar. Busca la coherencia en las elecciones que hagas, para mantener un aspecto uniforme y agradable.
  • Imágenes y elementos multimedia: optimiza las fotos porque, si no, serán un problema para la velocidad de carga. En cuanto a las animaciones y otros extras, cuidado con el protagonismo que tienen. Si es demasiado pueden distraer o abrumar al usuario. 
  • Uso del espacio: seguro que has oído alguna vez eso de “menos es más”… No es imprescindible que tu web sea minimalista, pero asegúrate de que no tiene excesivos elementos y no resulta agobiante.
  • Diseño responsive: es fundamental que la web se adapte bien a todos los dispositivos, sin errores.

2. legibilidad

Si el usuario no puede leer y comprender fácilmente el contenido de un sitio web, apaga y vámonos.

Es necesario que el texto sea sencillo y claro, con un tamaño de fuente adecuado y un contraste que haga la lectura cómoda. Si el usuario tiene que hacer un esfuerzo para leer (porque la letra es demasiado fina, o porque se mata con el color de fondo, por ejemplo) acabará abandonando la página. 

Pon atención a estos puntos: 

  • Fuente: elige una letra legible, preferiblemente sans-serif (Arial o Helvética pueden ser buenas opciones) y utiliza un tamaño que sea fácil de leer.
  • Texto: usa párrafos cortos y frases simples. Evita el uso de jerga o lenguaje complejo, que pueda dificultar la comprensión. Coloca títulos y subtítulos para dividir el contenido en secciones y facilitar la lectura.
  • Imágenes y gráficos: utilízalos de forma inteligente para apoyar la lectura para que sea más fácil de comprender el contenido.

Finalmente, haz pruebas de legibilidad en los diferentes dispositivos.

3. estructura y navegación

El usuario tiene que navegar intuitivamente, sin jeroglíficos

Estructura tu web de forma lógica para que sea imposible perderse. El menú debe estar siempre disponible y a la vista, de forma que el usuario pueda identificar rápidamente dónde está la información que busca. 

Todas las acciones propuestas deben tener un enunciado claro, indicando qué hay que hacer: descargar un archivo, rellenar un formulario, acceder a otra sección, visualizar una galería de imágenes… lo que sea.

El objetivo es que la interactuación con la página sea lo más sencilla, cómoda y agradable posible.

¿Tu web es amigable? Veamos...

¿Tus visitantes están cómodos? ¿Se orientan bien? ¿Todo está funcionando como debe?

Ten en cuenta que Google comprueba la calidad de la experiencia de usuario con unas métricas específicas, las Core Web Vitals. Luego, saca conclusiones y las utiliza para decidir las posiciones en los resultados de búsqueda. 

Si quieres, y comprobamos cómo es la experiencia de usuario: diseño, legibilidad, navegación, seguridad, aspectos técnicos… ¿Te echamos una mano

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