¿Qué marca la diferencia entre una web user friendly y otra que no lo es? Si vas a poner en marcha un sitio web o revisar con otros ojos el que ya tienes, te interesa saber cuáles son los ingredientes básicos para una buena usabilidad y una gran experiencia de usuario.
Haz que los visitantes de tu web se sientan como en su casa”.
No hay nada más frustrante que encontrarse con una web, quizá interesante, pero que parece diseñada por el enemigo del usuario.
Si la web es innavegable y está llena de “trampas”, el tiempo de permanencia y la fidelización bajan (¡normal!, el usuario no quiere volver). Además, Google cada vez vigila más la experiencia de usuario y acabará penalizando al sitio con un descenso en el posicionamiento.
Si no quieres que eso ocurra en tu página, has llegado al post correcto.
Crear una buena experiencia para los visitantes debe ser una prioridad. No solo te ayudará a conseguir más tráfico, también hará que los visitantes permanezcan durante más tiempo en la página y se reduzca la tasa de rebote
No hay una fórmula maestra, sino una suma de ingredientes. Estos 3 son los más importantes:
Un buen diseño es más que una cuestión estética. Sabemos que quieres que tu web sea chula, pero no pierdas de vista la usabilidad. El diseño tiene que estar al servicio de la navegación. Lo contrario (si entorpece al usuario, si resulta confuso, etc.) es tirar piedras contra tu propio tejado.
Estos son los elementos que tienes que vigilar:
Si el usuario no puede leer y comprender fácilmente el contenido de un sitio web, apaga y vámonos.
Es necesario que el texto sea sencillo y claro, con un tamaño de fuente adecuado y un contraste que haga la lectura cómoda. Si el usuario tiene que hacer un esfuerzo para leer (porque la letra es demasiado fina, o porque se mata con el color de fondo, por ejemplo) acabará abandonando la página.
Pon atención a estos puntos:
Finalmente, haz pruebas de legibilidad en los diferentes dispositivos.
El usuario tiene que navegar intuitivamente, sin jeroglíficos.
Estructura tu web de forma lógica para que sea imposible perderse. El menú debe estar siempre disponible y a la vista, de forma que el usuario pueda identificar rápidamente dónde está la información que busca.
Todas las acciones propuestas deben tener un enunciado claro, indicando qué hay que hacer: descargar un archivo, rellenar un formulario, acceder a otra sección, visualizar una galería de imágenes… lo que sea.
El objetivo es que la interactuación con la página sea lo más sencilla, cómoda y agradable posible.
¿Tus visitantes están cómodos? ¿Se orientan bien? ¿Todo está funcionando como debe?
Ten en cuenta que Google comprueba la calidad de la experiencia de usuario con unas métricas específicas, las Core Web Vitals. Luego, saca conclusiones y las utiliza para decidir las posiciones en los resultados de búsqueda.
Si quieres, y comprobamos cómo es la experiencia de usuario: diseño, legibilidad, navegación, seguridad, aspectos técnicos… ¿Te echamos una mano?
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