
Una landing page tiene 3 objetivos: convertir, convertir y convertir. La clave para hacerlo no solo está en el mensaje, en el diseño o en lo llamativas que pongas las llamadas a la acción. Es eso y más. Por eso hoy repasamos cuáles son las claves para crear una landing page que convierta.
“¿Existe una landing page perfecta? Vamos a intentar que sí”.
De nada sirve que tengas un gran producto o vendas unos servicios excelentes, si no consigues que los clientes potenciales vayan más allá de tu landing page. Por eso, diseñar una landing que potencie las conversiones es tan importante.
¿Hacemos un repaso?
Definición rápida: una landing page (literalmente, página de aterrizaje) es la página en la que “aterriza” un usuario después de haber hecho clic en un anuncio (de Facebook, de Google, etc), en tus redes sociales o en un email para acceder a una determinada oferta.
No es lo mismo una landing page que una página web. Básicamente, tu web contiene toda la información sobre tu empresa, mientras que una landing es algo creado de forma específica para una oferta.
Puedes tener tantas landing pages como ofertas pongas en circulación.
La misión de la landing page es obtener conversiones, y para eso deben proporcionar detalles e información sobre la oferta y aportar confianza al usuario, para que se decida a llegar hasta el final de forma segura.
Por eso, si has hecho una inversión en publicidad, ves que llegan los leads a la landing page pero… no acaban de convertir como te gustaría, lo más probable es que ese landing tenga problemas y deberás revisarla para que las conversiones lleguen.
¿Cuáles son los ingredientes para conseguir una landing que convierta? Estos:
Antes de ponerte a crear una landing, tienes que definir objetivos. ¿Quieres que el usuario compre, que rellene un formulario, que agende una cita, que se suscriba a tu newsletter? El tipo de conversión es clave.
Además, analiza a qué audiencia te diriges y especifica desde dónde van a llegar a tu landing, para dibujar el viaje completo.
Para captar clientes potenciales hay que echar la caña de pescar con algo muy apetecible en el anzuelo. Dales a tus clientes potenciales algo que no puedan rechazar a cambio de sus datos de contacto.
Es el momento de ofrecerles un lead magnet molón, acceso a una formación VIP, un descuentazo en su primera compra…
Una landing tiene que ser “escaneable” con la vista para que el cliente potencial se haga rápidamente una idea del contenido.
En la presentación, antes de comenzar el scroll, es recomendable poner:
Esa primera impresión es fundamental. A partir de ahí, el resto de los ingredientes.
Ya te adelantamos que el copywriting, o técnica de escritura persuasiva, va a ser fundamental. La landing no tiene que limitarse a describir el producto o servicio, sino desarrollar los beneficios que el cliente va a obtener y apelar al deseo.
No es lo mismo decir “compra estos zapatos con plantilla de gel incorporada para ablandar la pisada”, que “deja de sufrir y camina entre algodones con estos zapatos”.
Quien tiene dolor de pies, lo que quiere es dejar de padecerlo. Ese es un mensaje efectivo. Luego ya se leerá las características del zapato en cuestión.
Tu cliente quiere asegurarse de que lo que le quieres vender realmente funciona, y para eso irá a buscar opiniones de otros que hayan comprado antes.
Ofréceselas tú, sin que tenga que salir de la landing. Incluye testimonios escritos o vídeos de clientes que pasaron por el mismo proceso de análisis, compraron y quedaron muy satisfechos.
Si no tienes comentarios de clientes o no sabes cómo conseguirlos, echa un vistazo a este post sobre cómo utilizar la prueba social para aumentar ventas.
Las llamadas a la acción son la llave para la conversión. Cuida que indiquen, sin ambigüedades, qué quieres que haga el usuario: que compre, que descargue, que se suscriba, etc.
Además, deben ser muy visuales, atractivas y estar colocadas en lugares estratégicos. Ante la duda, haz pruebas A/B para comprobar con datos en la mano, qué call to action convierte mejor.
La primera impresión cuenta mucho, así que esmérate. Una landing bien diseñada tiene que entrar por los ojos, aparte de ser clara y permitir que el contenido se exponga de forma sencilla de leer.
Pero, además, vigila la coherencia con tu imagen de marca, especialmente si tienes varias landings con distintas ofertas. Todas deberían ser ramas del mismo árbol.
Te hemos dado algunas indicaciones importantes, otra cosa es la experiencia creando este y otro tipo de páginas, optimizadas para la conversión (deja que te digamos que tenemos muy buena mano para estas cosas).
¿Quieres que te ayudemos con el diseño de tus landing pages? ¡Vale! Ya sabes, agarra el teléfono o mándanos un correíto, y hablamos.
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