Lo mejor es que esa información ya la tienes: te la da Google Analytics, pero a un nivel muy básico. En realidad te vendría bien saber más cosas.
Por ejemplo, saber cómo Google te “lee”, es decir, cómo rastrea tu página, la indexa y la muestra en resultados de búsqueda.
Y también si detecta errores que están impidiendo la indexación. Y cuáles, para solucionarlos.
¿Ya ves por qué necesitas Google Search?