Gamificación : utiliza el potencial de los juegos en tus campañas

¡Nos encanta jugar! Retos, adivinanzas, recompensas… Convertir tareas y procesos en un juego es una tendencia muy interesante en marketing digital. ¿Vemos las enormes posibilidades de vender jugando?

“¿Jugamos? Mejora la experiencia de usuario con técnicas de gamificación”.

El objetivo de la gamificación es hacer que un producto, servicio o formación sea menos aburrido, más atractivo y, en definitiva, más atrayente para el usuario.

Gracias a los distintos tipos de juegos, conseguimos que el usuario se sienta más motivado y se comprometa más con la propuesta que le estamos haciendo.

Si nunca has utilizado esta estrategia, deberías hacerlo.

Qué es gamificar y cómo mejora la experiencia de usuario

La gamificación en marketing es una táctica que utiliza principios de diseño de juegos para contenidos digitales y anuncios. Hay diferentes tipos de gamificaciones, desde programas de recompensa a los clientes hasta minijuegos, tests rápidos o retos.

La gamificación no es algo nuevo, ni mucho menos. Lleva años aplicándose en contextos no lúdicos, como la educación, la salud o la comunicación. 

En marketing, las dinámicas con juegos, bien implementadas, tienen la capacidad de mejorar los resultados de las campañas, fomentar la interacción del usuario y aumentar el compromiso con la marca o el producto. 

Los juegos, sobre todo aquellos que acumulan puntos o beneficios, mejoran la fidelización y aumentan el engagement, ya que el usuario regresa una y otra vez a continuar jugando y aumentar su crédito o llevarse premios.

Como consecuencia, se crea una experiencia única y diferente, y aumenta la tasa de conversión de las acciones que le propongamos al usuario. 

Además, según el tipo de juego elegido, se potencia la creación de audiencias más fuertes e interconectadas, pendientes de experiencias y resultados comunes. Los retos grupales, por ejemplo, son una excelente manera de crear comunidad. 

Si animas a tus usuarios a compartir sus éxitos en redes, te servirá también como prueba social que avala la gran experiencia que es interactuar con tu marca.

algunos ejemplos de gamificación

Jugar una partida, responder a un quiz, localizar un elemento en una imagen… ¿Quién se resiste a un reto rápido, y más si tiene recompensa? Estos son algunos de los tipos de gamificación que se utilizan en marketing:

  • Puntos e insignias: se premian los logros del usuario con mejores posiciones en un ranking o se le conceden trofeos que lo destaquen de los demás; también se otorgan puntos o cualquier tipo de moneda digital que pueda usar como crédito para compras. 
  • Encuestas y cuestionarios: se trata de incitar al usuario a responder o dar su opinión a cambio de incentivos como promociones personalizadas, descuentos u ofertas.
  • Minijuegos: son aquellos que pueden completarse en una sola sesión, como como los puzzles, juegos de memoria, preguntas a contrarreloj o resolver algún problema.
  • Juegos de azar: se trata de probar suerte en juegos de resultado aleatorio, como ruletas, sorteos o loterías digitales. 

Los juegos pueden implementarse fácilmente en webs y aplicaciones. Incluso es posible integrarlos en tus campañas de email marketing, para apoyar la promoción de nuevos productos o servicios, fidelizar a los suscriptores, aumentar la interacción y animar a los suscriptores inactivos a que participen, entretener, etc.

Jugar sí, pero con sentido: contras de la gamificación

No obstante, hay que utilizar los juegos con sensatez, teniendo en cuenta algunos factores. Lo principal que debes tener en cuenta es que siempre tiene que haber una estrategia detrás de cualquier acción que pongas en marcha. En el caso de la gamificación, también. 

No se trata de jugar por jugar. Es importante definir los objetivos y seleccionar las dinámicas de juego más adecuadas.

Si no se hace así, el rendimiento de la campaña puede no ser el que esperas. Es más, puede ser contraproducente y desmotivar al usuario, en vez de atraerlo.

Esto puede ocurrir si se plantean juegos demasiado complejos o demasiado fáciles. En el primer caso el usuario abandonará por frustración, y en el segundo, por aburrimiento.

Tampoco va a funcionar si no está bien diseñado el sistema de recompensas, por la razón que sea (no escala de forma lógica, no son premios atractivos, etc. ).

Por último, no te empecines en intentar que el usuario juegue. La gamificación también puede resultar intrusiva, si tratas de captar la atención cuando no corresponde.

¿Jugamos? Creemos en las campañas divertidas y eficientes

Huyamos del marketing tradicional. Hay muchas estrategias posibles para personalizar la experiencia de usuario y mejorar las conversiones. 

¿Te gustaría probar con la gamificación? No lo pienses dos veces. Ponerlo en marcha es tan fácil como llamarnos o enviarnos un email y contarnos qué locura se te ha ocurrido. Lo estudiamos contigo y te ayudamos a bajarlo a tierra 😉

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