Si no estás en Google, no existes.
Porque tus clientes te van a buscar, y si no te encuentran a ti… encontrarán a la competencia.
¿Quieres saber cómo posicionar sin que tu tarjeta de crédito se quede tiritando?
“ Los primeros puestos de Google están muy disputados, porque como usuarios somos un poco vagos. ”
AVISO: nos vamos a poner un poquitín técnicos, pero es lo que hay. Cuando hay pasta de por medio, Google nos da muchas posibilidades pero solo las aprovecharás entendiendo la herramienta.
Es la plataforma de anuncios de Google. Básicamente, es lo que te da los primeros puestos de una búsqueda.
Y no, esa gente no está ahí porque sea muy buena (que igual lo es). Está ahí porque ha pagado.
Conseguirlo supone usar una serie de técnicas que se conocen en el mundillo marketero como SEM: Search Engine Marketing. O sea, marketing en motores de búsqueda.
Ojo: los factores SEO de tu página también influyen en el coste y calidad de tus anuncios, pero de esto ya hablaremos largo y tendido en otro post.
El SEM se refiere a todos los buscadores, pero como Google es el rey absoluto, de momento nos vamos a centrar ahí.
Es la pregunta del millón, la que nos hacen casi todos nuestros clientes.
Y la respuesta -lo sentimos- es siempre la misma: como diría jarabe de palo… depende.
Venga, esta vez vamos a generalizar, aunque en realidad existen varios modelos en Google Ads, se podría decir que «la publicidad en Google sigue un modelo PPC o Pago por Clic». Es decir, solo pagas si el usuario hace clic en tu anuncio. Solo te hemos contado esto para tranquilizarte: si no te buscan, no gastas dinero.
El precio se pone mediante subasta, y por lo tanto varía según del sector en que te muevas (de ahí ese depende de hace dos párrafos). Si hay muchos anunciantes interesados en el mismo espacio y palabra clave, es lógico pensar que el precio sube.
Sabiendo cuánta gente está dispuesta a pagar por eso, y cuánto (tú pones el tope en el que te retiras de la subasta), Google pone a funcionar su cerebro y usa una serie de parámetros para determinar qué anuncios se muestran y en qué orden.
Además, al presupuesto que destines a la campaña, tienes que sumar otro gasto. Es cierto que puedes gestionar tú mismo tus anuncios, pero si no tienes mucha idea lo mejor es que contrates a un profesional del tema, porque la plataforma tiene su truco.
Y sí, lo has adivinado: el posicionamiento SEM es una de nuestras especialidades en IsauraMedia.
¿Prefieres ir por libre? No hay problema.
Si vas a hacer un “Juan Palomo” en Google Ads, ten en cuenta estos consejos:
Lo ideal es encontrar el equilibrio entre el volumen de búsquedas, la competencia y la intención de búsqueda del usuario. Vigila también la concordancia, o las palabras relacionadas. Si la pones demasiado amplia, puede ser un coladero de dinero.
Para aclararte, puedes usar el planificador de palabras clave de Google o herramientas de pago como SEMRush.
Lo primero que tienes que hacer son CAMPAÑAS DE MARCA:
En las demás campañas tenemos que intentar buscar un equilibrio entre usar palabras clave más genéricas y más específicas
Lo normal en SEM es usar palabras claves transaccionales, tipo “comprar ropa online” o “microondas barato”. Es lo que busca la gente cuando ya está dispuesta a comprar. Suelen ser las más efectivas en cuanto a ROI (retorno de la inversión)… pero también las más caras.
Si usas otro tipo de keywords, las que busca la gente cuando todavía se está planteando comprar (cosas como “cuál es el mejor móvil 2020”) puedes llevar tráfico a tu página igual… aunque luego tendrás que trabajar más el proceso de compra.
En un anuncio entran en juego muchos elementos: el título, la URL visible, la llamada a la acción, el copy o texto que utilices, incluso la página de aterrizaje a la que diriges todo ese tráfico. Un test A/B es la forma de optimizar cada elemento al máximo.
¿Cómo funciona? Lanzas dos anuncios idénticos en todo, salvo en una única cosa (el título, por ejemplo): así puedes medir exactamente cuál funciona mejor. Cuando tengas el resultado, prueba otro cambio, luego otro… y así sin parar.
Revisa las métricas. Es muy fácil configurar una cuenta publicitaria de Google, meter un tope de gasto pequeño y pensar «listo, ya estoy en Google, ahora que vaya solo y me olvido». Es una maravillosa forma de tirar el dinero.
Por muy bien que hayas diseñado la campaña en principio, siempre hacen falta ajustes para conseguir que vaya todo como la seda. Dedica un tiempo (mínimo una vez a la semana, a veces diariamente) para ver qué tal van los números y estudiar puntos de mejora.
Con esto ya tienes unas nociones mínimas para entenderte con Google Ads y empezar a trabajar el posicionamiento SEM sin arruinarte por el camino.
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