Después de que hayas conseguido “despertar el gusanillo” y que hayan visitado tu página, el trabajo sigue y se pone interesante.
Uno o dos días antes del Black Friday, liberas tus campañas de remarketing. Con eso vas a intentar que los usuarios que ya conocen tu página y estuvieron trasteando en ella (es decir: entraron en la parte alta del embudo de ventas) desciendan y cierren la compra.
Pero esto no se hace de cualquier manera, sino segmentando, es decir, eligiendo qué mensajes envías a qué personas.
Si no lo haces así es como si dieses de comer a las palomas: coges un puñado de maíz y lo lanzas. Otro y lo lanzas. Las palomas se arremolinan, cogen lo que pueden y se van a otra parte.