Bien, vamos a empezar por lo básico para que no se nos haga bola.
“Cuando eres autónomo, es fácil que el marketing digital se te atragante”
Porque tienes mil cosas que hacer y estás tú solo: gestionar tu negocio, lidiar con los clientes y proveedores, llevar el papeleo al día, contestar emails y llamadas… ¿De dónde vas a sacar tiempo para subir stories a Instagram?
Y encima, claro, toda la parte del marketing. Porque si no tienes clientes no vendes, y si no vendes no vas a llegar muy lejos. Así de crudo.
Eso lo tienes claro, pero el mundo del marketing es oscuro y lleno de peligros… o eso te parece cuando buceas entre cientos de blogs, intentando descubrir qué tienes que hacer.
Hay demasiada información (no siempre buena) y demasiados “imprescindibles”… en tu lista de tareas.
Que si las redes sociales, que si los anuncios, que si la lista de correos, que si la página web, que si el blog, que si… STOP.
Quítate un peso de encima: no necesitas ser un ninja digital para moverte en el mundo del marketing. Nadie espera que lo sepas todo.
Si quieres autogestionarte, es mucho mejor que tengas claras dos cosas básicas, muy sencillas, para empezar. Ya tendrás tiempo de complicarte.
Cuando decimos dos cosas, va en serio. Son estas: WEB y REDES SOCIALES
Ya te imaginas la respuesta: un rotundo sí.
La web es tu escaparate 24 horas y es una tontería que no lo tengas abierto y con luz. Si no lo haces, que sea bajo tu propia responsabilidad: estás desaprovechando uno de los recursos más baratos y más efectivos que existen en el mundo mundial.
Y por supuesto, ya que lo abres, decóralo con gusto.
AQUÍ TE DEJAMOS 3 TIPS IMPRESCINDIBLES
Teléfono, WhatsApp, email, formulario de contacto… lo que quieras, pero no hagas que el visitante tenga que buscarte. Si no te encuentra a la primera, se aburrirá y se irá a la competencia..
Es decir, que no haya que bajar con el ratón o el dedo para entender de qué va tu negocio. Así que nada de “bienvenido a mi página” o “líderes del sector desde 1998” para abrir fuego (o mejor: huye de topicazos).
El 97% de los españoles usan el móvil para hacer búsquedas online: ojo con eso.
Si cumples con estas tres normas mínimas en el perfil de tu red social favorita, es cierto que te vale para ir tirando.
Pero no es la mejor opción por un motivo muy sencillo. Tu web es tuya (para eso pagas una cuota de hosting y alojamiento) y tu perfil de Facebook es… pues de Facebook, claro. O de la plataforma que sea.
Esto quiere decir que si Facebook cambia el algoritmo, cosa que hace de vez en cuando, te puedes quedar por el camino. De hecho, en este caso concreto está quitando visibilidad a las publicaciones orgánicas (es decir, gratis) porque lo que quiere es que pagues su publicidad.
Sabiendo esto, tú mismo: decide lo que más te interesa.
Puedes.
Por ahí hay un montón de tutoriales y plantillas que te ayudarán, y hasta te quedará una web apañada. Pero ten en cuenta que, si no tienes ni idea de diseño o programación, vas a dejarte un valioso tiempo aprendiendo a base de prueba-error.
Un profesional te lo va a hacer mejor (qué vamos a decir nosotros, claro, que nos dedicamos a esto) porque conoce las tripillas del asunto y le va a prestar atención a cosas como la experiencia de usuario, la usabilidad, el SEO, un diseño top…
Si se la encargas a un profesional, una advertencia. Es triste pero sabemos que hay quien te entrega la web y te dice: hala, ahí te quedas. Y luego quieres cambiar un dato y te da miedo tocar un botón por si explota todo.
Y aquí estamos hablando de autogestión. Haz que te expliquen lo básico para poder manejarte tú solo y no tener que depender de nadie, al menos para pequeñas modificaciones.
Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, TikTok, Twitch… Que levante la mano quien no esté registrado al menos en una red social.
Tú las usas, tu vecino las usa y -lo más importante- tus clientes las usan.
Las redes sociales han revolucionado el marketing porque, por primera vez, puedes hablarle directamente a tus clientes potenciales. En serio, ¿en qué otro lugar tienes una lista de seguidores que ya te están diciendo que les interesa lo que haces, y se paran a comentar o compartir tus contenidos?
El potencial de las redes sociales es brutal. ¿Les estás sacando todo el partido?
Aquí van unos cuantos consejos prácticos:
Mejor una red bien gestionada que muchas a medias. Escoge tus batallas y pon todo tu esfuerzo en crear un perfil atractivo y coherente. No mezcles los temas personales con los profesionales, salvo que estés trabajando tu marca personal (y aún así, con cuidado).
Igual tú eres feliz haciendo bailes en TikTok pero ¿tu público está ahí? ¿Seguro? Si vendes a otros negocios, vete a LinkedIn de cabeza. Si tienes una tienda online saca partido a las fotos de Instagram o a los tableros de Pinterest… Tienes que estar en el sitio adecuado o perderás el tiempo.
Las redes sociales son muy entretenidas y, si les pillas el punto, muy agradecidas de gestionar. Total: un roba-tiempo.
Reserva media horita al día para contestar comentarios y revisar que esté todo bien, y luego “apaga”. Que no se te vaya la olla o dejarás de hacer otras cosas importantes.
Utiliza herramientas tipo Hootsuite o Buffer, que son maravillosas porque puedes dejar todas tus publicaciones organizadas en una tarde, y no tienes que estar pendiente de darle al botón cada vez que toque.
Esta es la parte de la que casi todo el mundo huye, y probablemente la más importante. Tienes que saber que todo el esfuerzo que le dedicas a las redes sirve para algo y ¿cómo lo sabes? con datos. Puedes controlar visualizaciones, interacciones, alcance e incluso el Retorno de la Inversión si haces alguna campaña de publicidad.
Sobre todo, ten claro para qué haces esto. Recuerda que los likes no te van a dar de comer, y que las redes sociales son un medio para llegar a un fin. El que sea: encontrar clientes, crear comunidad, reforzar tu imagen de marca… Eso ya lo decides tú, y puedes ir cambiando tus objetivos con el tiempo.
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Somos conscientes de que te estamos explicando lo básico, básico. Web y redes sociales son los primeros pasos de una estrategia de marketing digital para autónomos.
Y luego vendrán los anuncios, el email marketing, los funnels o embudos de venta…
Sí, lo sabemos: esto pide otro post. O muchos. Y los vamos a hacer, prometido.
Pero de momento quédate con esto. Si nos haces caso, tienes de sobra para empezar a trabajar tu marketing como autónomo, sin perder horas de sueño sin desatender el resto de tu negocio. ¡Esperamos que te sirva! 🤗
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