Crear un blog es como empezar a invertir dinero. Para ver cómo se multiplican tus resultados tienes que mirar hacia el horizonte y poner los ojos en el largo plazo.
“Algunos blogs son como los vinos buenos: los años les sientan muy, pero que muy bien. ¿Quieres que el tuyo sea un Gran Reserva?”.
Si creas un blog y lo cuidas, lo alimentas, y lo tratas con cariño (y con cabeza) con los años tendrás una criatura que te va a dar muy buenas experiencias y, más allá de eso, resultados contantes y sonantes.
Te va a costar tiempo y recursos, pero a la pregunta “¿merece la pena?” tenemos que contestar:
Siiiiiiiií (con muchas íes, por las dudas).
Solo ten en cuenta que, como en el gimnasio: sin constancia no hay resultados.
Si has hecho las cosas bien, verás que con el tiempo tu blog te dará alegrías en cantidad (y calidad).
Pero vamos a lo bonito: qué tienen de interesante los blogs a largo plazo.
Hace muchos muchos años, once upon a time, los blogs empezaron planteándose casi como diarios personales: experiencias, opiniones, relatos, ideas.
Cualquiera con ganas de contar cosas podía abrir uno y empezar a escribir, recolectar lectores y crear a su alrededor una pequeña comunidad. Ya ahí empezaron a surgir grandes bitácoras.
Con el tiempo, el blogging fue perfeccionándose, aparecieron plataformas, se añadieron funcionalidades… Los blogs personales tienen su punto, pero aprendimos a sacarle partido de forma profesional, para apoyar objetivos tanto de un proyecto de marca personal como corporativa.
Desde el punto de vista de los trabajadores del marketing (mismamente nosotros) un blog es una herramienta utilísima para generar tráfico para tu web o tu tienda online, como parte de una estrategia de contenidos.
Con una buena programación y prestando al SEO la atención que merece, tu blog puede despegar y darte muy buenos resultados.
Pero ojo: no de la noche a la mañana. Un blog puede no funcionar por muchas razones, pero una de las más frecuentes es la falta de constancia.
Tienes que planteártelo como una carrera de fondo. Simplemente empieza y haz las cosas bien desde el principio. Y no pares. No abandones. No pienses que predicas en el desierto.
El tiempo juega a tu favor.
En algún momento, los resultados empiezan a llegar…
De acuerdo. Quizá llevas tiempo alimentando tu blog con su ración semanal de contenidos y no ves resultados.
Mucha información de calidad, post bien currados, con su keyword research bien hecha, y… nada.
Te comprendemos y te acompañamos en el sentimiento.
Pero si no abandonas, te podemos asegurar que un día se hace el clic que faltaba. Google te aúpa en los resultados y de pronto (no, no es de pronto, pero le da dramatismo a la narrativa) eres una referencia en tu campo.
Y ahí es donde el tiempo te apoya. Cuanta más trayectoria tenga tu blog, más autoridad consigues. Y mejor te posicionas como experto en el tema que hayas elegido.
Muchas personas han hecho lo necesario para monetizar su blog. Quizá no era su intención en un primer momento, pero con el tiempo y una caña, vieron que esa posibilidad estaba ahí y lo hicieron.
Otros blogs ya nacieron con esa intención clarísima desde el principio: querían una herramienta para transformar en dinero.
¿Sabes la cantidad de búsquedas que tiene la keyword “cómo monetizar un blog”? Muchas, ya te lo decimos nosotros. El tema interesa.
No vamos a resolverte aquí todo lo que puedes hacer con él pero sí te diremos que se puede traducir en dinero de muchas maneras.
Puedes usarlo para promocionar tus servicios o vender productos, propios o ajenos. Puedes buscar patrocinios, poner publicidad, indagar en el marketing de afiliación…
Los caminos son muchos, y depende de lo que quieras hacer.
Pero poder, se puede.
Sea como sea, cuanto más rodaje tenga tu blog, más confianza habrá generado y más peso tendrá de cara a emprender proyectos.
Si preguntas un poco en el mundillo blogger, raro es quien tiene un blog añejo y no ha conocido un montón de gente interesante en el camino.
Crear comunidad es importante, y es uno de los objetivos del blog, pero verás que con el tiempo pasan más cosas: haces amigos, socios, colaboradores…
Personas que puedes llegar a virtualizar, o no, pero que se quedan contigo durante mucho tiempo o incluso para siempre.
Tener un blog con una comunidad fuerte es una experiencia personal que no tiene precio.
Puedes hacerlo tú mismo como hobby para pasar el rato. Pero también puedes diseñar tu blog como parte de una estrategia más amplia. O sea, que nazca ya con sentido y con unos objetivos a cumplir.
Y ahí es cuando vas a ver que el tiempo rema a tu favor, y mucho.
En ese segundo planteamiento podemos ayudarte. ¿Quieres que hablemos de estrategia? Es nuestro tema favorito, así que cuando quieras, nos convocas y nos sentamos con un café (da igual que sea virtual). Tú nos cuentas primero, y luego te contamos nosotros.
Planazo ¿no?
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