¿Creación de contenidos con Inteligencia Artificial? ¡Cuidado con estas 3 cosas!
¿Te crees que con la IA todo el trabajo está hecho? Nope. Aunque las herramientas de inteligencia artificial son fantásticas para ahorrar tiempo, hay algunas trampas en las que no debes caer. Hoy te vamos a contar las 3 más habituales que te puedes encontrar.
No pierdas de vista estas trampas si utilizas la IA para tus contenidos.
Si te ciegas con la IA, no revisas los textos y no pones nada de tu parte, puedes acabar creando contenidos con sabor a refrito. ¡No seas vaguete y dale un punto de originalidad!
3 malas prácticas de creación de contenido con IA que debes vigilar
No queremos echarte un jarro de agua fría. En IsAuramedia somos muy fans de la IA y pensamos que el marketing digital está alcanzando una nueva dimensión gracias a ella (mira este post reciente con 3 usos de ChatGPT para tus campañas de marketing). No obstante, para que los trabajos no pierdan calidad, te recomendamos que prestes atención a estas 3 cosas:
1. No sacrifiques la originalidad
Las IA no son las mejores a la hora de inventar algo nuevo. ¿Por qué? Porque su magia está en analizar y replicar patrones de datos ya existentes. O sea, toman pedacitos de aquí y de allá y, ¡voilà!, te entregan un texto que cumple, la mayoría de veces, con lo que le has pedido.
Peeeeeeeero (siempre hay un pero)…
…corres el riesgo de que el lector tenga una sensación como de déjà vu. Puede que piense “esto ya lo he leído antes en alguna parte”. Y, la verdad, es posible que sea así.
Como la IA se alimenta de otros contenidos, de vez en cuando entrega una mezcla de ideas antiguas que ya has visto mil veces. Nada fresco, nada que te haga decir ¡wow!
Si empiezas a usarla regularmente, enseguida vas a darte cuenta de que tira mucho de clichés y estructuras repetidas.
También puede que le cueste argumentar un tema en profundidad o desarrollar perspectivas complejas.
Y tiene una habilidad fabulosa para escribir muchos párrafos dándole vueltas a la misma idea, sin aportar contenido real. Lo que se llama “marear la perdiz”.
Todo esto se soluciona revisando el texto, personalizándolo y repreguntando para forzar la búsqueda de nuevas perspectivas o profundizar en un tema. Añade ejemplos reales, un poco de humor, o esas anécdotas que solo un ser humano podría contar.
Entonces sí, la creación de contenidos puede ser rápida, efectiva y con personalidad (la tuya).
2. SEO: no caigas en el keyword stuffing (o empacho de palabras clave)
Cuando le pides a la IA un texto optimizado para SEO, no siempre da en el clavo. Las modernas prácticas de SEO se basan más en responder a lo que el usuario necesita, y mucho menos en sembrar el texto de palabras clave.
El problema es que la IA, a veces, no es capaz de comprender la intención de búsqueda que hay detrás de ciertas palabras clave, sobre todo cuando requiere cierta interpretación. Esa, es labor de un humano.
Por eso, cuando la petición es un pelín más compleja de lo normal, el resultado no siempre es bueno. Puedes obtener un texto perfectamente compuesto, bien estructurado… pero desconectado de lo que el usuario realmente está buscando.
O incluso La IA puede caer en prácticas anticuadas como el dichoso keyword stuffing, es decir, meter las palabras clave “a machete”, de forma poco creíble y natural, algo que Google penaliza muchísimo.
3. Ojo con los derechos de autor y la calidad de la información
No te fíes al cien por cien del contenido que generas artificialmente, sobre todo si estás escribiendo sobre un tema de cierta enjundia, que exija precisión y no permita errores.
La IA no verifica los datos como lo haría un humano. Te puedes encontrar con que se inventa una estadística, cita una fuente que no existe o menciona a un experto irreal, por ponerte un ejemplo.
Si resulta que el contenido que le pides lo toma de fuentes que, a su vez, han reproducido contenidos erróneos… pues eso que te llevas a tu blog o a tus redes sociales.
Estarás desinformando a tu audiencia y, en el peor de los casos, tu reputación como creador de contenido quedará un poco maltrecha.
Por tanto, el copiapega solo sirve contenidos simples. Vamos, que para escribir una felicitación de cumpleaños original tampoco hay que romperse la cabeza. Pero para temas más serios, revisa y, cuando termines, pásalo todo por una herramienta de detección de plagio para curarte en salud
Lo bueno de usar la IA es que puedes tener una base sólida para empezar, pero no le confíes el 100% del trabajo. Revisa el texto, ajusta el tono, comprueba las fuentes y añade tus propios ejemplos o anécdotas para darle un toque personal… De esa manera, usando la IA como asistente de creación, tus contenidos pueden volar.
Y si no, siempre nos tienes a nosotros. Llámanos o envíenos un email, y deja que te echemos una mano.
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