
Cada vez más empresas se preocupan porque sus campañas sean inclusivas y se dirijan a un público diverso, y eso pasa por utilizar una comunicación que refleje valores no sexistas. Una de las herramientas para hacerlo es utilizar lenguaje inclusivo. Hoy te damos algunas claves para desterrar de tus publicaciones el lenguaje sexista.
“Marketing inclusivo: empieza por utilizar las palabras correctas”.
No es nada difícil adaptar el lenguaje para que nadie se sienta discriminado. Te damos algunas claves que pueden ayudar a que tus publicaciones en redes y, en general, todos tus mensajes de marketing, no dejen a nadie atrás.
Porque toda la sociedad es cada vez más sensible a la discriminación que supone el uso de lenguaje sexista y porque en marketing es importante comunicar de forma correcta y efectiva.
Afortunadamente, en las empresas hay cada vez más conciencia de la importancia de la diversidad y la inclusión de género, y por tanto, de la necesidad de utilizar un lenguaje respetuoso con los distintos grupos de personas en sus campañas publicitarias.
Por otra parte, eso mismo puede ayudar a atraer a un mayor número de clientes. Los mensajes serán más cercanos y atractivos, lo que aumenta la probabilidad de que los usuarios respondan a sus esfuerzos publicitarios.
Por último, hoy por hoy también es una cuestión de reputación e imagen. Al evitar el lenguaje ofensivo o excluyente, las marcas demuestran que están comprometidas con la diversidad y la inclusión, y generan más confianza y credibilidad entre sus clientes.
Por nuestra parte, procuramos poner nuestro granito de arena para incorporar mejores prácticas tanto en el lenguaje como en otros ámbitos. ¿Te acuerdas cuando te contamos que somos una empresa 100% antimobbing?
Te vamos a dar una definición de peso: la de las Naciones Unidas.
Lenguaje inclusivo es aquel, oral o escrito, que comunica sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular, sin perpetuar estereotipos de género.
Vale, muy bien, pero ¿cómo se hace esto?
Seguramente ya sabes que en español el se utiliza el masculino como genérico, algo que no gusta a muchas personas pero que la RAE defiende.
Por otro lado, la RAE desaconseja recursos como utilizar la letra “e” para evitar el masculino genérico (por ejemplo, decir amigues cuando nos referimos a amigas y amigos) y otros más rebuscados como usar la “x” (amigxs) o la arroba (amig@s).
La verdad es que no te recomendamos utilizar estas fórmulas por una razón de peso: las herramientas de lectura automática no las leen bien, y eso es un problema para las personas, por ejemplo, con discapacidad visual.
Así que lo que por un lado trata de ser inclusivo, no lo es tanto en realidad. Es mucho mejor utilizar recursos del lenguaje natural. Y por ahí van nuestros trucos:
La mayoría de las veces no es necesario visibilizar el género. Por eso, es mejor elegir expresiones neutras y escapar del masculino genérico.
Por ejemplo:
Utilizar oraciones impersonales también es una buena opción, por ejemplo:
En vez de para participar, el concursante enviará un formulario, escribe para participar, se enviará un formulario.
Como ves, no es difícil, siempre hay alternativas. Solo es cuestión de pensar un poco, luego ya te saldrá de manera natural.
Te decimos esto porque son traicioneros, sobre todo aquellos de personas y profesiones. Por ahí se pueden colar algunos prejuicios tanto de género como de raza o grupo étnico.
Si dudas, utiliza siempre en tus publicaciones emojis de objetos y nadie se sentirá excluido.
Siempre que se pueda, lo mejor es que las comunicaciones se dirijan a un público concreto. Entonces sí, puedes utilizar el tratamiento que corresponda.
Si no, ante la duda, dobla el género. Es decir, di los usuarios y las usuarias o utiliza una barra: los/as usuarios/as.
Esta fórmula es válida si no abusas de ella (si te pasas, los textos se hacen muy farragosos y difíciles de leer).
Ojo con las fotografías de tus publicaciones. Trata de que sean equilibradas, que aparezcan más o menos igual número de hombres que de mujeres.
También, es conveniente filtrarlas para que no reproduzcan roles de género. Es decir, no pongas solo mujeres enfermeras para anunciar un curso de enfermería ni hombres bomberos para ilustrar unas oposiciones.
Las imágenes también tienen que mostrar la diversidad.
Lo mejor que puedes hacer es abrir la mente y aceptar los comentarios y sugerencias de quienes te siguen. Si alguien señala que tu lenguaje no es inclusivo, presta atención para tomar nota e intentar hacer cambios en el futuro.
Y por si acaso la cosa se pone seria, aquí tienes unas ideas para gestionar los comentarios negativos y las crisis de marca.
¡Enhorabuena! Entonces ya habrás comprobado lo sencillo que resulta ser personas respetuosas, abiertas y coherentes en el uso del lenguaje. Si sigues estos consejos, podrás crear un entorno más inclusivo y acogedor en tus canales de redes sociales.
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