Hablemos claro: no existe un mínimo universal ni una cantidad garantizada para el éxito. Pero sí hay una forma inteligente de calcularlo sin que sientas que estás quemando billetes.

Antes de soltar dinero, pregúntate: ¿cuánto puedes permitirte pagar por un cliente nuevo?

Piénsalo así. Si vendes un producto de 500€, asumir un costo por clic (CPC) de 3€ no duele. Pero si tu producto vale 10€, la historia cambia. Aquí la clave no es cuánto inviertes, sino cuánto cuesta realmente cada venta.

Ahora bien, ¿con cuánto empezar? Aquí podríamos contestarte que “depende”. Y es verdad, depende, pero nos vamos a mojar. 

Para un proyecto de nivel medio, lo recomendable es invertir entre 300 y 500€ al mes al principio. No porque sea una norma, sino porque con menos presupuesto es difícil obtener datos fiables. Y si no tienes datos, solo estarás adivinando.

Lo peor que puedes hacer es entrar con una inversión mínima esperando milagros. Google Ads no funciona así. Necesitas volumen suficiente para entender qué palabras clave convierten mejor, qué segmentación es efectiva y qué anuncios generan más clics.

Empieza con cabeza, ajusta sobre la marcha y escala cuando tengas claro qué funciona: es lo que haría una agencia profesional para optimizar la publicidad. Así es como realmente consigues que cada euro cuente.